Crítica: Get Smart

Todo vuelve…

Hagamos una cosa, hablemos de Get Smart como una película en sí misma, obviemos lo que existió antes de ella, y recordémoslo sólo cuando ella lo hace.

Se trata acá de una comedia bastante efectiva, con momentos auténticamente graciosos, en la que Steve Carrell interpreta un papel complejo, porque Maxwell Smart es terriblemente torpe, pero no es nunca un tonto.

Y lograr ese equilibrio es un mérito de Carrell, que además logra una buena química con su coprotagonista.

Igual está claro que el otro que se destaca acá es Alan Arkin en el papel del jefe.

Los éxitos de la película pasan, entonces, por la comedia física, la simpatía de Carrell y Arkin y (ahora sí) las referencias a la serie original para los nostalgiosos.

Pero bueno, la cuestión no está exenta de ciertos problemas. Uno de ellos es la ausencia de verosimilitud. Todo es demasiado sencillo, libre de consecuencias, y eso hace que pierda intensidad. Las escenas de acción, entonces, podrán ser espectaculares, pero no atrapan todo lo que debieran.

Además, un par de momentos en los que los personajes recuerdan lo vivido a modo “flashback” son bastante torpes, y demuestran una cierta incapacidad de su director, que siente que tiene que sobreexplicar. No queda claro si está siendo condescendiente o inepto.

A pesar de estas objeciones, la película se disfruta, tiene un buen ritmo y es una buena opción para reírse con y de sus personajes.

Una mención especial tiene que llevarse el personaje del presidente. Comedia NADA sutil, que sorprende por su falta total de vergüenza.

Si usted no es un purista obsesionado con la serie original, probablemente la disfrute tanto como yo.


[*** / *****]

Comentarios

andal13 dijo…
El problema va a ser para los que nos criamos con Maxwell Smart... y la vimos durante milenios!!!
Igual, tanto Carell como Arkin son dos actorazos, que ya me deleitaron en Little Miss Sunshine...
El Antihéroe dijo…
Para los puristas, nada nunca es tan bueno como lo original y sin duda, tienen (en su medida) razon. Es asi que la serie de los sesenta, es un programa de culto y esta pelicula sera una para pasar el rato. Dicho esto, esta re-make, tiene sus buenos momentos...Yo voto por el baile de Carell con la chica de curvas exaltadas (Lindsay Hollister).

P.D. "Disfigured", con la actriz antes mencionada, parece tener potencial...habra que esperar el DVD.
¡D'Bolas! dijo…
He esperado más de un año para poder ver esta película sin que me afecte su parafernalia publicitaria, y debo disentir. Si bien es una peli que sirve para comer pipocas y pasar el rato, el trabajo de Carrell me pareció por demás inexpresivo, prácticamente robótico, y sus torpezas ni él mismo se las creía. Opino que debería haberse elegido a otro actor. Ahora me dirán que Don Adams hacía lo mismo, pues FALSO, si bien el el Maxwell Smart original siempre tenía una expresión seria tratando de ser enigmática (parodia a James Bond), no carecía de expresividad en coherencia con las circunstancias.

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