Crítica: Eagle Eye - Control Total

Una voz en el teléfono

"Eagle Eye" es la reunión de una trifecta interesante: D.J. Caruso (director), Shia LeBeouf (actor) y Steven Spielberg (productor ejecutivo). Su película anterior había sido la exitosa (en términos cinematográficos, relativamente en términos de taquilla) "Disturbia".

Ahora se trata de una persecución implacable, vertiginosa. La paranoia acá se encuentra en movimiento (por oposición a la anterior, donde se trataba de algo más bien estático.

Pero, así como la amenaza potencial en la anterior, estaba vestida de hombre ordinario, de un vecino, aquí la amenaza no tiene nada de común.

Y allí estará el problema mayor de la película. Su premisa (atribuida a la mente de S.S.) es un poco extraordinaria, y cuando la verdad se manifiesta, resulta un poco inverosímil, un poco difícil de digerir. Sí, es interesante, dentro de esa explicación del final, ver un cierto punto de vista crítico del gobierno, aunque con la típica miopía americana (todo empieza y termina en ellos).

Pero, volviendo a lo central: la película es dinámica, entretenida, vibrante. En ese sentido, se trata de un film exitoso, que logra atrapar y dejarnos expectantes de saber qué va a pasar después.

Quizás le haya faltado al director, valor para hacer que la decisión final del personaje principal tuviese consecuencias reales...

Más allá de (como dijimos) un final cuestionable, "Eagle Eye" es una película recomendable, bien dirigida, actuada y editada, como para pasar un buen rato en el cine.

[*** / *****]