Lo que no esperaba
No estaba en mis planes estar acá este sábado a la noche. No era la idea, pero terminó siendo así. Y no puedo dejar de pensar en tantas cosas que no era la idea que pasaran y pasaron.
No fue nunca mi intención que todo terminara tan mal, que las cosas no sólo no funcionaran (que podía pasar, y era lo más probable), sino que, además, explotaran en mil pedazos, dejando víctimas inocentes en el camino.
Tampoco pretendía que el tiempo que vino después estuviera lleno de nada. Simple y pura nada. Vacío total. La existencia inexistente, la mera subsistencia.
Y, por supuesto, no planeé el posterior juego entre expectativas, esperanzas y desilusiones... aunque no tendría por qué no haberlo anticipado. Las esperanzas tienen, en mi experiencia, esa extraña cualidad de ser seguidas por la desilusión.
No estaba en mis planes. Nada de esto. Soñaba con otra cosa, me creí mis propios sueños. No esperaba tener que extrañar, ni que eso se convirtiera en una enorme mochila con la que cargar en mi espalda.
No esperaba esperar cosas que no pasaron, ni pasarán...Un estado no deseado, no buscado, no querido, del que no se puede escapar.
Definitivamente, hace dos años, no esperaba estar hoy escribiendo este post.
Comentarios
Pero lo que sí está bueno es encontrar cosas que reflejan lo que uno siente, porque (al menos a mí) resulta catártico, y uno se siente menos solo.
Vamos a tener que coordinar para hacer un grupo de autoayuda.