Sobre el cine digital en tres dimensiones

Como algunos de ustedes sabrán (otros no), el pasado 7 de noviembre abrió al público la primera sala con tecnología 3-D digital en Montevideo.

Ante tal acontecimiento, este blog, que se dice un blog cinéfilo, no podía estar indiferente.

El sistema de la nueva sala reemplaza al viejo 3-D de los lentes rojo y azul, permitiendo ver imágenes con efecto tridimensional, pero respetando los colores y evitando tener que avisar cuándo ponerse y sacarse los anteojos (se puede ver perfectamente toda la película).

Se sustituye el proyector óptico de film por un nuevo proyector digital, que no usa una cinta de 35 mm. de celuloide. La compañía encargada de la tecnología de la sala es Dolby, que los lectores reconocerán más por su vinculación con los temas del audio.

Una digresión: quienes hayan vivido los 90s en Uy sabrán que en la época anterior a la crisis de 2002, se estilaba por parte de las familias de clase media media, viajar a Orlando (o mandar a los hijos adolescentes), a visitar Disney World, o los Universal Studios (la clase media alta y la alta eran más de Europa). En ese período muchos pudimos ver este tipo de proyección 3-D en películas como "T2 3-D" o "Querida, encogí a la audiencia". Si esa tradición se recuperó, quizás varios lectores lo hayan podido apreciar.

La tecnología 3-D actual es básicamente la misma de los parques temáticos, con las mejoras que implica el paso del tiempo. La profundidad de las imágenes es atrapante, y los efectos son atractivos.

A propósito de esto, hablábamos con un amigo sobre las posiblidades de esta nueva tecnología, que se está haciendo cada vez más común en el mundo, y que estudios como DreamWorks y Disney están tratando de impulsar.

Lo que le decía a este amigo es que lo importante va a ser cuando más películas adopten esta tecnología, pero no como artilugio (para hacer que las cosas le vuelen a la cara del espectador), sino como un elemento más. "¿Te imaginás ver Jurassic Park en 3-D?", le pregunté.

En el día de hoy, que uno puede bajar películas a la PC, que puede comprar dvds truchos en la feria, incluso a veces con muy buena calidad, ir al cine es una experiencia que, para alguna gente, ha perdido un poco el atractivo. El cine 3-D puede ayudar a cambiar eso. Así como en los 50 se pasó de la pantalla cuadrada de la tele a la flat del cine para ocupar más campo visual, ahora, quizás, deba ser la tridimensionalidad la que agregue esa cuota extra.

Esta tecnología permite brindarle al espectador una experiencia mucho más inmersiva, llevarlo al lugar donde ocurre la acción, y casi cualquier película se puede ver beneficiada por esto.

Puede que el cine digital en 3 dimensiones sea sólo una moda destinada a desaparecer. Personalmente, no lo creo. Me parece que por este lado puede venir la verdadera revolución del cine.

Quizás de acá a 15 años el cine sea una experiencia estereográfica... tal vez no. Hoy no lo puedo afirmar con certeza, pero parece que un camino se abre, y películas tales como "Bolt", "Kung fu Panda 2", "Avatar", "Toy Story 3", entre otras, prometen mostrar ese camino posible.

Finalmente, la pregunta del millón: vale los 190 mangos de entrada? La verdad es que no. Vayan entre semana o consíganse algún descuento... *


* y esperen a otra que no sea "Viaje al centro de la Tierra"

Comentarios

Anónimo dijo…
$190 !!!!!!
Decime que fue un sábado y a las 8de la noche.
Las ganas me las voy a sacar pero con alguna peli que me compre más.
Besos
TELEMEDIOS dijo…
La única forma que yo fuera a ver una película protagonizada por Brendan Fraser, y que intente ser una adaptación de una obra de verne que intente ser además, una comedia familiar en la que se incluye a un chico de 12 años para coprotagonizarla; era que fuera en 3D... Y fui. Si tuviera la voluntad y el tiempo para escribir un informe al respecto, seguro que no sertía generoso con el film, y mucho menos con Hoyts y Ancel, que ni siqiera te dejan irte con los lentes puestos; mi viveza criolla me llevó a intentar pasarlos a la salida pero empezó a sonar una alarma como si me robara un cajero automático entero...
Leatherface dijo…
Te doy mi consentimiento expreso y por escrito para que pongas mi nombre en el informe.
Martín dijo…
Fer: viernes (en realidad sábado) 1 a.m.

Obvio, hay que sacarse las ganas, pero con algo que valga la pena.

Telemedios: está claro que no hubiese ido a ver la película si no era en 3-D.

Cuando haga mi crítica, tampoco yo voy a ser generoso, creo.

Hasta ahora no he conocido ningún cine que te deje irte con los lentes 3-D puestos... tu experiencia debe haber sido traumática.

Héctor: ok, veré si lo cambio, o no... gracias por el consentimiento.
Nacho dijo…
La vi en una función especial a la que concurrí como parte de un equipo de prensa. Lo único que voy a decir es que desde ese día estoy teniendo problemas para leer y trabajar en la computadora. El 3D me arruinó la vista y cualquier día de estos les caerá la carta documento.
Martín dijo…
Nacho: nooo, terrible! Si necesitás abogado, avisá...
Peter Parker dijo…
Todavía no he tenido la oportunidad de disfrutar esta experiencia y la verdad es que me tienta mucho. Durante la semana solo cuesta $125, nada fuera de lo común.

Tenía algunas dudas respecto a los lentes 3D, principalmente si eran de ida-y-vuelta, pero la vivencia (y viveza) de Telemedios fue muy esclarecedora.

Ahora bien, según Nacho esos lentes son un arma de doble filo para las criaturas de 4 ojos como nosotros y supongo que tenemos que usar los 2 pares a vez... ¡es tan así!

Martín ya que tenés bastante libre tu agenda podrías anotarte en CineMag para ser columnista por un mes... dale, tenés todas las de ganar.
Nico Bari dijo…
Como siempre la inflación repercute sobre el consumidor.. 190 mangos...

Definitivamente pasaré por esa sala... pero voy a esperar para una película que valga la pena.

Saludos!
Martín dijo…
Peter: sí, el precio entre semana es razonable...

Usar los dos pares de lentes es una cagada, pero no queda otra.

Jaja, bastante libre mi agenda. Cómo se hace eso, btw?

Nico Bari: está caribe. Sí, lo correcto es esperar a una buena película. Yo de desesperado, nomás. No pude conmigo.

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