Crítica: The Hangover Part 2 (Qué pasó ayer? Parte 2)

Parecido no es igual

"The Hangover" no fue pensada en ningún momento como una parte de algo mayor, y esta segunda entrega, a pesar de lo que dice su nombre, no es una "segunda parte", porque no hay partes en esta historia.

Entonces, el director Todd Phillips decidió rehacer su propia película. Porque se trata, básicamente, de la misma historia, pero esta vez, no tan buena.

En el intento por presentar algo nuevo, se suben las apuestas, y la película pierde. Pierde en frescura (los chistes pierden peso cuando no son nuevos) y en simpatía (más allá del mono que fuma, pocas cosas tienen la amable gracia de "Carlos" tocándose en la mesa). De lo que sí hay más, es de violencia y oscuridad.

Como en muchas segundas entregas, "The Hangover Part 2" opta por ser más oscura, más visceral, más loca, pero no encaja bien. Se hace, por un lado, más difícil querer a los personajes, que más bien sobreviven gracias a la buena fe generada por la anterior, y por otro lado algunos chistes son graciosos, pero incómodos.

Y finalmente, el mayor problema desde el punto de vista narrativo, son las consecuencias. La película de 2009 tenía un cierto aire de verosimilitud, a pesar de lo ridículo e improbable de todo (hasta el claramente falso tigre en el auto se le perdonaba). En esta entrega no. Porque lo que les pasa a los personajes no puede no tener consecuencias, porque al subir la apuesta, cosas grandes tienen que pasar. Entonces se pierde en verosimilitud y en identificación: si no le importa a los personajes, ¿por qué habría de importarnos a nosotros?

La película, por momentos, pareciera esquizofrénica, con un cierto descontrol violento y sin sentido, que se siente incómodo, y que no tiene razón de ser, cuando el verdadero descontrol debería pasar en la noche perdida. La búsqueda del impacto le juega en contra.

Sí, es graciosa, y tiene varios momentos que dan para reírse a carcajadas. Sí, se consigue pasar un buen rato divertido. Sólo que, más allá de ser una nueva versión de la misma historia, quien espere recuperar lo que sintió con la primera entrega, se verá decepcionado.

[*** / *****]


Una nota final y aparte, en la exhibición a la que fui, había más de un niño. Esta no es una película para niños. De ninguna manera. No soy para nada moralista, pero la presencia de menores de 15 (o incluso más, pero es la franja que puso el Inau) es inaceptable.

Comentarios

Joker 23 dijo…
Todo lo que es fijado por INAU en materia de peliculas, deja mucho que desear.
Cabe recordar que se puso en tela de juicio El cuarto de Leo (no por ser una película efectista y barata, sino por ciertas cuestiones que no tenían que ver), o que, por ejemplo, se puso la edad mínima en un algo increíble para Criatura de la noche, diciendo, por otra parte, que era "un fiel reflejo de la sociedad danesa". Yo me pregunto si en Dinamarca son todos vampiros y esas cosas... tal vez, pero no deja de ser curioso.

Respecto a Hangover, concuerdo basicamente. Un apunte: la predisposición y complicidad para lograr las risas debería ser un recurso más, no el principal.

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