Crítica: Maléfica



Sin alas

Hay dos áreas o aspectos principales de toda obra artística: el contenido y la forma. Sí, claro, ambas son enormes, y se manifiestan en infinidad de variantes. En las dos, "Maléfica" tiene problemas.

El problema de contenido es menos grave, porque el contenido tiene, al final del día, menos peso en un film (a diferencia de lo que se podría pensar en otros contextos). Claro, en el cine no importa tanto el qué, sino el cómo. Pero aun así, debemos señalar que el qué de "Maléfica" está mal.

Está mal porque decidieron que Maléfica sea todo menos eso. Nótese que estamos hablando de uno de los villanos más importantes y reconocidos de la biblioteca Disney. Toda la maldad, la fuerza, arrancados por una historia en la que es más víctima que villana. Un desastre.

Ni que hablar que esta decisión no se sostiene, no es canon (a diferencia de lo que hace "Wicked" con la Bruja Malvada del Oeste). Para que "Maléfica" tenga sentido como película, "La Bella Durmiente" tiene que ser mentira. No pueden coexistir. Es una locura.

Si ese desvío estuviera bien contado, quizás importaría menos. Pero no es el caso. Se trata de la primera película como director de Robert Stromberg (que era diseñador de producción, no director), y se nota. ¡Oh, por dios, si se notará!

La ineptitud del tipo para crear un ritmo dramático interesante, una trama coherente y un arco real a sus personajes, es pasmosa. Maléfica pasa una insólitamente excesiva parte del metraje simplemente caminando de un lado a otro, parsimoniosamente. Mientras tanto, el film tiene que refugiarse en la voz en off para contar lo que pasa. "Show, don't tell", dice el viejo adagio del cine. A Stromberg no le llegó el memo.

Angelina Jolie hace maravillas, realmente. Cada vez que la película le da una oportunidad para lucirse, da todo de sí. Ejemplo clarísimo es la icónica escena del hechizo. Jolie es Maléfica (y maléfica), con toda su furia, su encanto, su carisma absoluto. Allí, cuando la historia la deja, brilla. Claro, es en la parte que ya existía y que Disney supo crear bien en su momento.

Y Elle Fanning está bien como Aurora, que mucho no se luce, pero, siendo totalmente honestos, tampoco se lucía el personaje en la película en que figuraba en el título.

El resto del elenco está aceptable, salvo quizás Sharlto Copley, en esta versión renovada del rey Stefan, que no termina de cerrar. Quizás sea víctima de un guión ingrato.

El film no luce bien. El mundo mágico no es atractivo, sino casi todo lo contrario, oscuro, desagradable, estéticamente chato. Pero por sobre todo, está mal contado, sin arcos significativos en ninguno de los personajes, con un ritmo tedioso, demasiado episódico, y, como dije, dependiente de la narración en off para llenar vacíos.

"La Bella Durmiente" no era una gran película de Disney, de hecho es de las flojas, y aquí había una oportunidad para explotar todas esas potencialidades y mostrar eso que faltó. Pero la historia se eligió mal, el guión resultó flojo y su director demostró no estar apto para jugar en las grandes ligas.

Angelina y diez más.

Una lástima.

[** *****]

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