Crítica: Captain America: Civil War


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Dos películas de superhéroes en el año cuya premisa enfrenta a quienes deberían ser "superamigos", no parece coincidencia. Y en cierta forma no debe serlo, porque a más de 15 años de X-Men, ya estaría siendo hora de destruir las relaciones.

Más allá de ese eje en común, la nueva de Marvel es bastante diferente a la de DC, partiendo de lo básico que es que "Civil War", sin ser una gran película, es buena, cosa que no se podría nunca decir de su rival.

Ojo, en esta nueva cinta de los hermanos Russo, hay problemas varios. Para comenzar debe señalarse que la acción está, por momentos, pobremente filmada. Cuando hay efectos digitales, está todo bien, pero cuando la batalla se pone cuerpo a cuerpo (como en la primera escena de acción), aparece el síndrome de la cámara hiperkinética, y del corte rápido, convirtiéndose todo en un corte y pegue confuso y con un falso sentido dinámico.

Por otra parte, se recurre a desviaciones innecesarias y antinaturales para traer a escena a los personajes que, caprichosamente, el film quiere poner en juego, forzando y perjudicando el eje narrativo.

Y, finalmente, cuando se arma la gran batalla, hay personajes que quedan casi completamente de lado, como si los directores hubieran sido incapaces de mantener todas las pelotas en el aire. El arte del malabarismo con todos estos personajes no es tarea fácil, sino pregúntenle a Joss Whedon, que sigue en año sabático después de "La era de Ultrón".

Más allá de eso, la película se sostiene principalmente por la fuerza de sus personajes y quienes los interpretan. Esta es una gran diferencia con "Batman v Superman". Aquí a la mayoría los conocemos de varias películas, sabemos lo que los motiva, entendemos su pasado y cómo éste informa sus comportamientos. Y, por supuesto, hablamos de actores que están mayormente más que probados en sus papeles.

La fuerza de estos personajes es tal, que permite obviar una narrativa forzada, y con escenas cuyo propósito es hacerlos brillar, pero sin riesgos narrativos, sin que nada de esto implique una verdadera evolución para ellos ni para la superestructura del MCU.

A Robert Downey Jr. habría que empezar a reconocérsele el trabajo que hace como Tony Stark. Es, quizás, el más humano de todos, y llena de carisma cada una de sus actuaciones. Aquí, una vez más, se luce. Pero también están bien Scarlett Johansson y Chris Evans, por nombrar los más significativos.

Pero quien realmente se destaca es Tom Holland, el nuevo Peter Parker / Spider-Man. Verlo es un goce infinito, porque parece salido de un cómic. El problema es que su inclusión en la película es tan antinatural, que cuesta reconciliar su presencia con la narración. Pero claro, los one-liners y el carisma hacen que nos olvidemos de todo.

La historia juega en un equilibrio precario, tratando de justificar el conflicto (al que el nombre "Civil War" le queda enorme, ya que se trata de una docena de tipos enfrentados) y de darle valor a las posturas contrapuestas. Esto no quiere decir que no tome partido (la película tiene el nombre de uno de los personajes, cabe destacar), pero lo hace mal, y esto no la ayuda, porque tiene que poner en  rol de antagonista al personaje con el punto de vista más lógico.

En definitiva, resulta una película sostenida en base a actuaciones, a dejar brillar a sus personajes, a presentar un conflicto medianamente plausible y a ser por momentos muy entretenida. Tiene sus fallas, pero está bien.

[*** *****]

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