Acerca de la presentación de Huraño Enriquecido

Nacho Alcuri es como yo... pero con talento.

La primera vez que supe de la existencia de alguien llamado Ignacio Alcuri, fue a través de "Los Informantes". Recuerdo que el primer episodio fue para mí una especie de gran "WTF???!!!", y que luego me fui adaptando, hasta que se convirtió, en mi humilde entender, en uno de los pocos programas inteligentes de la TV uruguaya.

Sí, él ya era conocido por los oyentes de "Justicia infinita", pero yo no soy de escuchar radio (salvo cuando manejo, que escucho Oldies FM, o en las mañanas en las que se me da por escuchar a otro Nacho).

Como decía, "Los Informantes" estaba bueno, y allí estaba él. Un día, al tipo se le ocurrió promocionar en forma descarada "Problema mío", su tercer libro (el primero del que yo tuviese conocimiento). Entiéndase que a mí las palabras "literatura" y "latinoamericana" juntas, me producen un cierto escozor... pero la curiosidad me ganó.

Piré en colores!, (expresión técnica). En uno de esos cuentos había una referencia al Pato Darkwing (creo que la frase era "Olfatea gas, malviviente", pero no lo puedo corroborar en este momento, porque el libro lo regalé y todavía no lo repuse). Con esas tres palabras, se había ganado un adepto más.

A ver, elogiar a un autor por poner en palabras lo que uno piensa, es un argumento bastante pobre, porque es dudoso el mérito de coincidir con uno, o se puede caer en el hubris de querer decir que eso implicaría una especie de genio absoluto.

Pero había algo de eso (de hecho, la persona a la que le regalé "Problema mío" alega que sí notó las coincidencias entre el autor y yo, como ser el self-deprecating humor y la sensación de awckwardness constante).

Aquí Alcuri en papel de chico maravilla

Pero vayamos a el día de ayer...

Había salido del trabajo y llegaba a la parada del ómnibus. Eran las 20:05 (minutos más, minutos menos) y me aparece en el celular que tenía un mensaje de voz. Claro, en mi trabajo, en zonas inhóspitas, no llega la señal.

Era Peter, diciéndome que Nacho Alcuri presentaba su nuevo libro. Lo llamé y me dijo que era a las 20:30, en el mismo centro del que trataba yo de volver. "Igual va a empezar como a las 9", me dijo ("típica impuntualidad uruguaya", pensé yo).

Así fue que, mientras volvía para la zona de Tres Cruces en el 188 (o era un 180?), pensaba que tal vez debiera ir.

Alcuri no es el único huraño (aunque con esto de sacar libros, tal vez sea uno de los pocos "enriquecidos"), yo también lo soy, lo que se evidencia por mi escasa participación en eventos o reuniones de más de 5 personas, pero tal vez haya sido la inmeditatez de la propuesta, que me dejó sin tiempo para pensar, y llegué a casa, me cambié, y volví sobre mis pasos.

Llegué a la entrada de BJ (primera vez que entraba) y le pregunto al pibe que estaba en la puerta: "¿Empezó?". Me dijo que no, mientras yo miraba para adentro, y lo veía a él., al ídolo.. justo ahí, recibiendo a los asistentes.

Entré, dije "Hola" y seguí de largo. Qué podía decir? Nada parecía lógico. Pero claro, Peter me vio y prácticamente me agarró del brazo y me llevó. "Nacho, él es Martín, el del blog 10 de noviembre". Se ve que Alcuri interpretó que de esas palabras se debía desprender que el tenía que conocerme, enarcó las cejas, sonrió y dijo algo así como "Mucho gusto. Por fin pongo una cara en el blog!", y agregó: "Siempre te leo.".

Desde ese momento hasta el final, creo que mi felicidad desbordó por los poros (o tal vez haya sido la cerveza con la que invitó Peter y el vino con el que invitó la casa, que tomé sin haber comido nada).

Acto seguido, presentación del libro. Martín Othegui (sp?) y Nacho, leyeron un par de cuentos, respondieron preguntas, Nacho hizo campaña por la coca de 1,5 L fría en el Disco Natural de Punta Carretas, y leyeron otro cuento.

Al final, sugirieron que adquiriésemos nuestro ejemplar de H.E. allí mismo, al módico precio de $280 (el mismo que en las librerías).

De hecho, yo había pasado por Yenny la semana pasada, y sólo en un impulso de último momento no lo había comprado, porque todavía no había cobrado, y la tarjeta cerraba un par de días después.

Entonces lo compré ayer, al mismo precio, pero con dedicatoria incluida, de la cual no incluyo imagen, por razones técnicas.

Admito que me preocupaba que en su nueva etapa de convivencia en pareja, la felicidad de Nacho fuese tal que al leerlo algo se hubiese perdido. Y, si bien en las primeras 70 y pico de páginas que leí hasta ahora, parece haber un poquito menos de mala leche y/o autoflagelación, me siento feliz de poder decirles que Nacho Volvió... en fichas!, digo... en un nuevo libro con la calidad que lo caracteriza.

Sólo resta decirles que vayan y lean por ustedes mismos.

Una última cosa, saludos a María Auxiliadora Delgado... :P