Crítica: Fast Five (Rápidos y Furiosos 5)

Sobre ruedas

Pocas cosas son tan arbitrarias como las leyes de la física en "Fast Five". Las mismas se adaptan, convenientemente, a las necesidades del argumento. Todo en favor de una espectacularidad que atrape y entretenga.

Lo importante, al final del día, es si eso se logra o no. Y se consigue. Por sobre todas las cosas, más allá de lo imposible de sus escenas, de la ineptitud de sus diálogos y de algunos de sus actores, la superficialidad de sus personajes y la previsibilidad de su trama, la película sale airosa.

Vayamos por partes: la historia de "Fast Five" busca conectar personajes importantes de las entregas anteriores, y volver al origen (Paul Walker, Vin Diesel). El guión es una especie de "La gran estafa", en la que las carreras son un elemento más, pero el objetivo es un gran robo, con mucho dinero en juego.

La acción transcurre mayormente en Brasil (en Río, más exactamente), donde, por supuesto, reina la corrupción, y la policía trabaja para el gángster de turno, a quien hay que robarle los millones.

Los buenos son perseguidos por Dwayne Johnson (ex "The Rock"), que tendrá con Vin Diesel, más de un enfrentamiento de pelados con visos homoeróticos no intencionales (creo).

No, la historia no tiene demasiado sentido.

Por el lado de las actuaciones, Walker está bien, Johnson es un cliché (bastante bien interpretado), Diesel está durísimo (física e histriónicamente) y Jordana Brewster (como la hermana de Vin y novia de Paul) es la embarazada con mejor cuerpo de la historia de la humanidad.

El resto de los actores van desde lo simpático (los dos latinos) hasta lo totalmente inepto (la policía brasileña).

Pero, siendo honestos, tampoco es que el guión les dé mucho con lo que trabajar.

Donde funciona es en la acción. Sí, es imposible. Imposible al punto de llevar al espectador casi a perder toda "suspension of disbelief", pero no. Se detiene justo ahí, donde todo es exageradísimo pero se ve real. Quizá sea la mezcla entre las computadoras y los vehículos de verdad, pero lo que ocurre en pantalla se ve real, con peso, material.

Y es imposible no sonreír ante semejante despliegue.

No hay tantas carreras de autos como uno pudiera desear, pero las dos grandes, son estupendas, entretenidas, dinámicas. La película toda cuenta con un tono lúdico, busca simplemente entretener, sin mayores aspiraciones, pero sin engaños, ni golpes bajos, ni manipulaciones molestas.

Livianita, ágil, entretenida. Una buena "popcorn movie" para olvidarse un rato de la realidad.

[*** / *****]

Comentarios

andal13 dijo…
Hmmm... No, gracias, recién tiré. No vi las otras cuatro tampoco.

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