Crítica: 21 Jump Street (Comando especial)
Disparando humor
Las adaptaciones de series y películas de otras épocas, muchas veces sufren por estar demasiado atadas a su pasado, y no aprovechar la oportunidad de contar una nueva historia, en forma original y fresca.
Este no es, afortunadamente, el caso de "21 Jump Street", que toma sólo una idea básica (y un par de guiños), y desarrolla sus propios personajes, su propio tono irreverente y moderno.
El peso de la película cae en la pareja protagónica. A esta altura, nadie puede dudar que Jonah Hill es un gran actor y comediante, que maneja tanto lo físico como esa capacidad de decir cualquier cosa que parece venírsele a la mente en fracciones de segundo como una ráfaga de metralleta. Aquí lo acompaña Channing Tatum, casi ignoto por estos lados, pero un actor que logra acompañarlo más que bien, y que interpreta un personaje incluso más difícil que el de Hill.
La comedia surge espontáneamente de la premisa de los infiltrados en el secundario, y del juego con las expectativas. Hoy los nerds no son los de antes, los paradigmas cambiaron, y esa sensación de estar desubicados los personajes, brinda momentos muy graciosos.
"21 Jump Street" no es una película que base demasiado su humor en tratar de comprender a sus personajes y empatizar, y busca los chistes más bien absurdos e incluso metarreferenciales (hay un par que son muy, pero muy buenos). Eso está bien, aunque limita en parte su atractivo.
Lo importante, igualmente, es que su humor funciona. Aun cuando es tan absurdo que roza lo inverosímil, funciona. Quizás, por sobre todas las cosas, gracias a la pareja protagónica, y su capacidad de vender cualquier situación con una convicción notable, pero también gracias a una dirección dinámica, a un ritmo constante, que hace que la película no tenga puntos bajos, no decaiga.
No se trata de una gran comedia, pero sí de una muy graciosa y absolutamente entretenida. Más que suficiente.
[*** / *****]
Comentarios
Necesitaré vacaciones de julio, agosto, septiembre...