Crítica: A Roma con amor



Woody Light

Lo que hizo Woody Allen por la capital francesa en "Medianoche en París", intenta hacerlo ahora con la capital italiana en "A Roma con amor", y el resultado, si bien bueno, no llega al nivel de su antecesora.

En parte eso sucede porque en aquella el marco era fundamental, la ciudad era la esencia que unía las piezas, era un personaje más. Aquí Roma es el marco, pero no hay nada que nos diga por qué es importante que sea Roma y no otra ciudad, no hay un motivo más que incidental.

La película está formada por varias historias inconexas, que transucrren en diferentes tiempos y momentos, y quizás hasta en diferentes realidades. Las une un vago vínculo temático del deseo y la ambición, y poco más.

Las piezas son tan disímiles que habría que analizarlas por separado. Algunas funcionan mejor (la de Jesse Eisenberg y Ellen Page, con Alec Baldwin, o la de Woody Allen y su consuegro que canta en la ducha), y las otras no tanto (la de Penélope Cruz y la de Roberto Begnini, que es más simpático que otra cosa).

Los trabajos actorales son todos parejos, y el tono es siempre liviano y divertido. Allen se luce en su clásico personaje de fracasado que busca el éxito, aun a través de otros, en base a su propio carisma y a la nostalgia que produce verlo en ese papel. Alec Baldwin es, también, Alec Baldwin, Penélope Cruz trabaja en un italiano que (para este oído muy poco entrenado, suena muy bien), y la química de Jesse Eisenberg y Ellen Page, funciona. Es, justamente Page quien encuentra más oportunidades para sacarle el jugo a su personaje.

En esa pequeña historia de Page y Eissenberg, es donde el guión encuentra mayores aciertos, deconstruyendo (a través de un Baldwin omnisciente y "meta"l) la relación entre los personajes, jugando con las expectativas de lo que ya intuimos o sabemos que va a ocurrir.

La forma en la que está armada la película, intercalando partes de los segmentos, hace que extrañemos por momentos las historias que más nos interesan, y nos resulte un trámite el pasar por las otras, lo que hace pensar que quizás hubiese sido más efectiva contando cada historia por separado. Pero, por supuesto, es difícil afirmarlo en forma categórica.

En resumidas cuentas, como señalaba anteriormente, hay entre las historias, una conexión temática leve, que no da para mayor análisis. Como un rejunte de viñetas es una obra simpática, aunque menor, de un Woody Allen que, el año pasado, demostró que puede y debe rendir más.

A pesar de esos reparos, "A Roma con amor" es una película entretenida, simpática y disfrutable.

[
*** *****]

Comentarios

andal13 dijo…
¡Por fin comentaste una que ya vi!

;-)

A mí me gustó, pero reconozco que no llega ni cerca del nivel de otras del Woody. Igual me bastó con los primeros dos minutos de su actuación (la escena del avión) para que asumiera que la película valía la pena. Amé su personaje (y para los que disfrutamos de la ópera, la historia del consuegro es maravillosa, en mi opinión).

Y si bien es cierto que la historia de Penélope Cruz no es gran cosa, me gustó muchísimo su actuación de tana apasionada y poderosa, con ese tono de las comedias italianas de los '60.

Y tengo que ir a Roma. TENGO QUE IR.
Anónimo dijo…
Una comedia romantica muy diferente a lo que se ha visto, eso de juntar las historias es lo que más me gusta de To Rome with Love creo que

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