Crítica: Looper
Las películas de viaje en el tiempo no tienen sentido. Sí, seguramente alguien pueda traer algún ejemplo no contemplado, pueda encontrar alguna que no presente fisuras aparentes, pero como regla general, sirve.
"Looper" no escapa a esa regla. Pero tampoco desconoce esa noción, sino que la enfrenta en una de las mejores escenas de su metraje, en la que, básicamente, Bruce Willis le dice a Joseph Gordon-Levitt (y a la audiencia) que no haga más preguntas, que no trate de entender lo que no se puede entender, que no vale la pena.
Es una forma atrevida de verlo, pero bastante honesta.
Entonces lo que queda es presentar algo más, que lo importante no sea la consistencia de la plausibilidad de la hipótesis, sino que el viaje en el tiempo sea una mera excusa para otra cosa más importante, para la historia en sí. Era un poco lo que pasaba con "Terminator" (película a la que "Looper" le debe mucho), en que lo importante era la vida de Sarah Connor (Linda Hamilton) y la persecución, lo meramente visceral.
Las ideas de "Looper" son en general buenas, lo suficiente como para mantener el interés.
El futuro que presenta el director es un mundo distópico, de autos arreglados para andar con paneles solares, sí, pero sucio, de pobreza, de marginación, de abuso de drogas y miserias. Visualmente, es más inteligente que atractivo, quizá producto de una economía de presupuesto.
Bruce Willis hace un muy buen trabajo, con su cancha característica para robarse las escenas. Su personaje debe hacer cosas que son casi imperdonables, y el gran mérito de Willis es no perder al espectador, aun a través del infierno.
Joseph Gordon-Levitt es un gran actor, pero si a alguien no se parece es a Bruce, y esa decisión de casting es desconcertante.
JG-L está maquillado para parecerse a un actor, con el que no comparte absolutamente nada, y el resultado es un factor de distracción ineludible, sobre todo para quienes conocemos bastante al actor. Es casi imposible no quedarse mirándolo con una sensación de que algo "no está bien".
Los otros dos más intrigantes personajes de la película (el de Jeff Daniels y el de Paul Dano) son lamentablemente desaprovechados, con unos pocos minutos en pantalla, mientras que el de Emily Blunt (si bien, afortunadamente, no cumple el típico papel de damisela en peligro), que es bastante menos atractivo, ocupa mucho más metraje.
La película plantea algunas ideas interesantes, y se encuentra, sobre todo en la primera mitad, muy bien construida, pero luego cae en un pozo, con una revelación que no sorprende demasiado, en medio de una espera que no genera demasiada ansiedad, y con personajes que tampoco generan mucha empatía.
En definitiva: hay buenas y muy interesantes ideas, en una película que está bien, pero a la que le falta ritmo, y que adolece de que, en busca de un elenco talentoso, su director haya cometido un error de casting prácticamente insalvable.
Con mención especial a sus ambiciones, "Looper" está bien, como para mirar en DVD.
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