Tiempo

"¿Qué pensás del tiempo?", me preguntó mientras las olas nos lamían los pies.

"Está lindo", le dije, respondiendo a una pregunta que sonaba extraña viniendo de ella.

Me miró con esos ojos penetrantes de color indefinido e indefinible. Fue por un instante nomás, en el que pareció evaluar si le hablaba en serio, o si le estaba tomando el pelo.

"¿Qué pensás del tiempo? ¿Qué pensás sobre que estamos acá, en este instante, pero después ya no? ¿Qué pensás sobre cómo nuestra existencia toda es efímera? ¿Qué pensás sobre cómo aun siendo así, cada átomo de tu cuerpo está hecho de materia que existe desde el comienzo mismo del universo, desde el comienzo mismo del tiempo? Y ya que estamos, ¿qué pensás sobre cómo cada inconcebiblemente diminuta partícula estará allí hasta el final, si es que lo hay, aun cuando nosotros no? ¿Qué pensás?, ¿habrá final? ¿El universo se termina? ¿El tiempo avanza realmente o así lo percibimos nosotros? ¿Y sobre cómo el tiempo se mueve más velozmente donde hay menor gravedad? Sobre ese tiempo... ¿Qué pensás sobre ESE tiempo?"

Me quedé observándola, con solo el ruido de las olas en esa playa recóndita.

"Pienso que la existencia misma del tiempo se justifica porque estemos vos y yo acá. Juntos.". Y la besé.

Comentarios

Martín dijo…
Gracias, gracias =)
Anónimo dijo…
se me piantó un lagrimón. Las mujeres siempre reduciendo una potencial discusión filosófica con un recurso romántico cortante

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