Crítica: Misión Imposible Protocolo Fantasma
Free as a Bird
No es común que prácticamente lo único que uno pueda destacar como "malo" o "flojo" de una película, sea el título. Pero este es el caso de la nueva "Misión Imposible", la cuarta, esta vez con un nuevo director, que le brinda un toque distinto.
Brad Bird nunca había dirigido una película con actores de carne y hueso, pero sí tres brillantes películas animadas ("El gigante de hierro", "Los increíbles" y "Ratatouille"). Su transición a este nuevo medio es más que cómoda, demostrando seguridad, confianza y un gran despliegue visual.
La cuarta "Misión Imposible" no tiene un guión muy complicado, y sus personajes no tienen la complejidad y la tridimensionalidad de las otras obras de Bird. Pero eso está bien, porque esa no es la idea. Aquí prevalece la fórmula de la saga (y de la serie original) en la que lo importante es salvar al mundo, mediante el trabajo en equipo.
Para ello se requerirá de acrobacias increíbles, peleas, tecnología inaudita y mucha inventiva.
El director plantea escenas de acción con gran coherencia geográfica y tremenda espectacularidad (la escena con Tom Cruise colgado del Burj Khalifa es una joyita), y le da a la cinta un ritmo frenético, que mantiene al espectador al borde del asiento.
Cruise vuelve a su mejor versión como estrella de acción. El tipo vende esa entrega que le da al papel, corriendo como desquiciado, golpeando malhechores, y haciendo acrobacias que sólo un verdadero demente (o Jackie Chan) haría. Por algo es una verdadera estrella de Hollywood.
Pero esta vez está menos solo. El espíritu de equipo que J.J. Abrams (que vuelve como productor en esta entrega) trató de imponerle a la tercera, aquí se cristaliza aún más, volviendo Simon Pegg con su humor y sumándose Jeremy Renner (gran promesa del cine) y Paula Patton al equipo.
Estructuralmente no hay grandes sorpresas, y el plan del villano está claro desde el principio, y ni siquiera es uno que no hayamos visto infinidad de veces. Pero en el cine todo es ejecución, y aquí el timing es, simplemente, perfecto.
Ver "Protocolo Fantasma" sin sobresaltarse, retorcerse en la silla y pegar algún salto, es una misión verdaderamente imposible.
[**** / *****]
P.D.: durante varios minutos creí que la película iba a cometer un error imperdonable, de esos que hacen que la valoración que uno le da, caiga drásticamente. Debí tener más fe en Brad Bird.
Comentarios
Entretenida de principio a fin (y deliciosamente absurda de principio a fin).