Crítica: Percy Jackson and the Olympians: The Lightning Thief

Tragedia griega

El fracaso de "Percy Jacson..." casi que sorprende, porque los ingredientes (director, historia, actores) son, esencialmente, buenos. En el timón está Chris Columbus, que, si bien no tiene un historial excelente, es el director que dio punto de partida a la serie de películas fantásticas más exitosa de la historia del cine (estoy hablando de la saga "Harry Potter", por si alguno no se dio cuenta).

Además, la premisa de la película, es suficientemente interesante y cool (sí, llámenme geek, pero los mitos griegos con sus dioses, semidioses, y criaturas fantásticas, fueron siempre un material fascinante) como para merecer una adaptación mejor.

No leí el libro en el que se basa el film, pero no necesito hacerlo para darme cuenta que muchos de los problemas acá, no surgen del material original, sino de lo que se hizo con éste.

"Percy Jackson..." adolece de una inconsistencia absoluta en su tono. Por momentos es una película para chicos, pero por momentos no (escenas como la del casino, por ejemplo, son totalmente incompatibles con un público preadolescente). El humor que maneja es burdo, y hay chistes demasiado fechados, con una banda sonora que suena demasiado 2009.

Por el lado de las actuaciones, hay unas cuantas estrellas que, o no tienen nada para hacer (Sean Bean como Zeus), o no saben qué hacer con su papel, y se ven totalmente fuera de lugar (Pierce Brosnan), o directamente hicieron de cuenta que esto no va en serio (Uma Thurman, que, parece, quiso repetir su papel de Hiedra Venenosa, casi que gesto por gesto).

El trío protagónico no tiene mucha química, y el mejor amigo de Percy es un estereotipo terrible, además de estar bastante desubicado en una película para público infantil. La chica del grupo trabaja bien, pero no aporta mucho (su mayor valor es ser la gran guerrera, y pierde en su primera batalla con Percy... no muy feminista la cosa). Y Percy... bueno, digamos que sufre una pérdida terrible, y no muestra ni un asomo de emoción.

La película se siente "apurada", no hay desarrollo dramático ninguno, que permita generar empatía, sino que se salta de escena en escena sin más.

Ni que hablar de esa sensación de ingresar a un mundo maravilloso, que Columbus había sabido capturar en HP1, acá lo más llamativo es el observatorio del Empire State.

Por último, la identidad del verdadero ladrón del rayo es tan fácil de adivinar, que en el momento que se revela, miré al costado y le dije a mi acompañante "lo sabía". Ya desde la presentación misma del personaje estaba clara.

En definitiva, a pesar de todas las cosas que tenía, en los papeles, a favor, lo único que tiene de bueno es que no es aburrida. Una lástima.

[*1/2 / *****]