Ausencia



Dormir esa noche fue terriblemente difícil. Quedaba aún en la cama, una especie de presencia fantasmal, como si ella no se hubiera ido del todo.

Era inquietante, perturbador, opresivo.

Pensaba que tan sólo unas horas antes todo era perfecto, que se encontraba peligrosamente cerca de la felicidad absoluta... Ahora, ese peligro estaba muy lejos.

Lo acosaban imágenes, olores, sensaciones varias. La irrealidad se mezclaba con el peso de los hechos, irrefutables, inescapables.

El otro lado de la cama era una especie de agujero negro, su fuerza de gravedad de una potencia tal, que no se podía ignorar...


A la mañana, sus ojeras eran notorias, al punto tal que se vio en el espejo y no tuvo más remedio que sonreír lacónicamente.

Era el comienzo de una nueva etapa. En realidad no, era más bien el final de una, una que le dolía dejar atrás.

El dolor le aprisionaba la garganta y dificultaba la respiración.

Ahora tendría que vivir (sobrevivir) sin ella.

Comentarios

tan dijo…
Pfff!
Adolescentes...
:P
Vicky dijo…
Arjona diría: Realmente no estoy tan solo, ¿Quien te dijo qe te fuiste? Si uno no esta donde el cuerpo, sino donde mas lo extrañan..
Algo asi, no?
Martín dijo…
Tan: jajaj.

Vicky: no soy fan... igual es un cuento, nomás =)

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