Crítica: Rango

Es la ley del oeste

"Rango" termina, definitivamente, con el mito de la animación como algo para niños. Si bien ya en "Toy Story 3" se notaba (una película mucho más disfrutable por adultos que por niños), quedaba esa idea de público primario y público secundario, de niños y adultos, respectivamente.

La película de Gore Verbinski no deja lugar a dudas. Está pensada para adultos, animada para adultos, y puede, cómo no, ser disfrutada también por chicos.

"Rango" es un western. Un western animado, pero western al fin, con sus peleas de bar, sus duelos, su tabaco, sus muertes inevitables, sus villanos crueles, su tierra, suciedad y decadencia.

Al mismo tiempo, es un homenaje a los westerns de antaño, sean americanos o italianos ("spaghetti westerns"), con referencias varias (algunas hasta demasiado directas).

La película es tremendamente disfrutable y dinámica. Está excelentemente animada, con un realismo estilizado, visualmente impecable. En cierto sentido, no es "linda" de ver (los personajes no son todos estéticamente agradables, más bien que la mayoría son lo contario), pero tiene una riqueza en su animación, que es admirable.

La historia no es nada que no se haya visto, pero la ejecución es totalmente distinta y original. "Rango" sabe que película es, aunque Rango no tenga bien claro quién es.

Su estructura, sus tiempos, sus ritmos, su humor (visual y sonoro), todos forman una unidad orgánica, estable, que atrapa y no dejan caer casi nunca la atención.

Una historia bien contada, visualmente impecable, entretenida, dinámica, y perfecta para los amantes de un género que está afortunadamente volviendo, de formas variadas y a veces inesperadas, como ésta.

[**** / *****]

Comentarios

andal13 dijo…
Me parece buenísimo que sigan haciendo películas para "niños" de todas las edades; son mucho más disfrutables para todo el mundo, y ya era hora de dejar de pensar que los niños chicos son tontos.

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