Crítica: Kung Fu Panda 2
Igual, pero diferente
Yo no sé bien cómo hace la gente de DreamWorks para hacer todas (o casi todas) sus películas animadas con la misma historia básica de autodescubrimiento del héroe, y tener éxito, no sólo comercial, sino artístico.
Porque Kung Fu Panda 2 es, en muchos sentidos, la misma historia que la primera parte, y sin embargo es distinta, no se siente como si se estuviera estancado, y toma todo lo bueno que había en esa primera entrega, y lo lleva un paso más allá.
Visualmente, la película es espectacular, aún más que la anterior, y tiene algunas de las escenas de lucha más asombrosas, dinámicas y entretenidas, que se han visto en películas animadas.
Asimismo, la película sigue contando con la referencia del cine de acción de Hong Kong, y está llena de esa autoconciencia de pertenecer a un mundo cinematográfico mayor, sin ser abiertamente referencial.
Po sigue siendo encantador, y el resto de los Cinco Furiosos, cumple. Esta vez, el personaje del padre cobra una mayor (y merecida relevancia), y el villano de turno causa respeto porque, sin ser físicamente amenazador como el de la primera, parece suficientemente desquiciado y peligroso.
La película es dinámica, con mezclas justas de acción, humor y drama, que la mantienen tonalmente en concordancia con la primera parte. A su vez, se expande en lo visual, y en el conocimiento de sus personajes.
El 3D aporta, por un lado, pero por el otro quita (hay muchas escenas de noche), y se recomienda siempre verla en una pantalla lo más grande posible, ya que hay mucho para ver y disfrutar.
Como decíamos, una vez más DreamWorks logra vendernos la misma historia sin que casi nos demos cuenta. Y está tan bien animada, tan expertamente contada, que, al final del día, resulta irresistible.
[***1/2 / *****]
Comentarios
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Anónimo: sí! Estoy ansioso... :S
Andrea: me gusta que tengas claras tus prioridades. Más le vale a la gurisita!!!