Crítica: Noé
Haciendo pie
Cuando un director logra, luego de muchos años, que un estudio le dé financiamiento a su proyecto anhelado, a su "passion project", como les llaman, muchas veces es causa para temblar y preocuparse. Porque en muchos de esos casos, el resultado es algo sin control, caótico.
Aronofsky está aquí cerca de ese tipo de excesos. Tomando en cuenta, además, que no se trata de un director que se caracterice por su sutileza, era de esperarse que "Noé" terminara siendo un enorme fracaso. Pero no lo es. En parte, es gracias a los momentos de genuina emoción que encuentra, y la inteligencia para leer más allá de lo superficial. En otra gran medida es gracias a Russell Crowe.
Crowe es un actor de esos que son muy discutidos. Es, en algunas películas, excelente. En otras tantas, no logra dar con la tecla de su personaje. Pero aquí, como Noé, es todo lo que tiene que ser. Su intensidad, su obsesión, su integridad, son todas armas para construir un personaje que es tan simple en su forma de entender su deber, como complejo por lo que ello implica.
El resto del elenco está casi todo muy bien, particularmente Jennifer Connelly y Emma Watson, que deben cargar con un gran peso dramático en respuesta a lo que Crowe plantea. Anthony Hopkins existe sólo para cancherear y devorarse la pantalla en cada aparición. Como corresponde.
Donde flaquea es en Ray Winston y su Tubal-cain, tal vez porque su actuación es demasiado caricaturizada, pero quizás más aún porque así es el personaje que le tocó. Es en ese punto del simplismo y la caricatura, que la película parece perder pie.
La idea de Aronofsky de plantear con un antagonista claro, la oposición de ideas, la lucha del bien y del mal, la dualidad en el mundo bíblico, es interesante, pero simplista. Y lo que logra es teñir de película de acción, algo que debería ir más allá. Como recurso narrativo, parece inteligente en la presentación de contraposiciones, en el intento de mostrarnos una especie de otra campana. Pero en el tono, es donde se vuelve complicado de mantener.
En cierto sentido, "Noé" es un poco fallida, porque no logra una consistencia tonal y dramática, tendiendo a ciertos excesos. Pero por otro lado, es tremendamente ambiciosa, una suprerproducción que toma riesgos artísticos, que se la juega a reinterpretar una de las piezas de la mitología moderna, buscando entenderla, revisarla, pensarla, cuestionarla, y presentando un trabajo actoral que por momentos es simplemente excelente.
Al final, es bueno que exista una película así.
[***1/2 / *****]
Comentarios
Y Darren Aronofsky nos regaló "Cisne negro", así que tiene varios perdones ganados.