Falsas expectativas y corazones rotos

Cuando en una relación dos personas se juntan y una de ellas promete a la otra que va a cambiar, estamos en problemas.

Esta idea no debe resultar novedosa. El Padre Aguerre siempre decía que cuando estaba en las etapas previas a casar a una pareja y alguno le decía "él (o ella) va a cambiar por mí", automáticamente se negaba a llevar a cabo la ceremonia. Las personas, decía, cuando cambian, lo hacen por sí mismas, porque quieren cambiar, y nosotros no podemos querer a la persona que queremos que el otro sea, sino a quien es.

Pero a veces no es tan claro lo que se quiere:

1
A conoce a B. Se gustan. Comparten un montón de cosas en común, y pasan bien juntos. Un buen día se dan cuenta que están por iniciar algo. A no quiere una relación seria, y B dice que está de acuerdo con eso.


Pasa el tiempo, y A y B parecen disfrutar cada vez más de su relación.

Un día B le dice a A "te amo". A no entiende. Eso que hizo B es totalmente desubicado, no estaba dentro de las reglas. A no ama a B. Y B, en vez de sentir vergüenza, siente indignación. B esperaba otra cosa, de una relación que tenía (supuestamente) reglas claras.

Claramente B esperaba, sin decirlo, que A cambiara.

2
C y D se conocen. Hay buena onda, se enganchan. Los dos se gustan y tienen mil coincidencias. Pero C y D tienen una diferencia importante respecto a un tema en particular. Cada uno lo vive de manera totalmente distinta. Pero deciden que no puede ser obstáculo a su felicidad como pareja.


El tiempo pasa y la relación entre C y D crece. Y llega un día en el que C le pregunta a D por ese tema. D le dice a C que ya sabe cuál es su respuesta, que siempre ha sido muy clara su postura. Pero C no puede evitar sentir una profunda decepción.

¿Qué esperaba C? ¿Por qué esperaba oír otra cosa? Si C sabía lo que D pensaba, ¿por qué pretendía una respuesta distinta? ¿Esperaba C que su amor tuviera la facultad de cambiar a D, aún incluso sin saberlo?

3
E y F son amigos hace tiempo. Se conocen bien, pasaron mil cosas juntos. E pasa por una serie de cambios trascendentes en su vida. Cambian cosas importantes, vive una serie de experiencias nuevas.


No se ven por un tiempo, hasta que se juntan nuevamente. E no tolera estar con F. Se dan cuenta que son distintos. De hecho, E se enoja con F por seguir siendo quien era.

Como podrán notar, A, D y F no tienen la culpa de las expectativas de B, C y E. Claro, estos últimos quizás no previeron que aquello que era un "non issue" en su momento, luego se convertiría en una carga (o tal vez sí, y se jugaron a que el otro cambiara).

¡Pobres A, D y F! ¿Pobres B, C y E?

¿Qué pasa con nuestras expectativas cuando surgen sólo para una parte, cuando aparecen de la nada, cuando van en contra de lo que acordamos con el otro?

Yo sólo pregunto.

Comentarios

Tal vez mi idea de las relaciones es un poco utópica pero si empezas algo esperando que el otro cambie ya arrancaste mal.
Obvio que siempre van a haber cosas para pulir o mejorar, pero cuando hablamos de cambios importantes, cosas en las que dos personas son opuestas, ya ahí lo veo muy difícil y medio al pedo, a mi por lo menos no me gustaría estar con alguien que tenga que dejar de ser como es para que funcione la relación.
Yo no le pediría a un hombre que deje un gusto o que cambié su personalidad por mí, porque no es algo que yo este dispuesta a hacer por nadie.
Me paso con mi ex estuve 5 años, el es músico, al principio eso no era un problema para mí porque el tema de la convivencia y la familia era muy lejano, a mi no se me cruzo por la cabeza nunca pedirle que deje la música, pero yo llegué después a darme cuenta que no era la vida que quería para mi, por las ausencias, por la vida nocturna, etc, etc, que conlleva ser musico. En fin sus prioridades eran muy diferentes a las mías, pero ahí la decisión fue terminar no intentar que el cambiara sus ideales o dejara de lado sus sueños.
Martín dijo…
Vero: estoy totalmente de acuerdo con lo planteado.

Y es cierto, a veces no vemos ciertas cosas que después, con el tiempo, pasan a ser un tema complicado.

El tema que planteo, también, es qué se hace cuando eso nos empieza a molestar, y mucha gente se enoja, se decepciona, le recrimina al otro que no cambió.

La tuya fue la postura (creo yo) correcta.

Gracias por comentar en este post que me salió súper extraño.
andal13 dijo…
Si alguien comienza una relación con la expectativa de cambiar al otro, en realidad no lo quiere al otro, no lo ama, no lo desea; quiere a la imagen que se ha construido del otro. De parejas en las que uno de sus integrantes (cuando no ambos) están enamorados de una imagen, está lleno el mundo (en particular, los juzgados).
Blondiepower dijo…
La idea es dejar las cosas bien claras para no generar falsas expectativas y desentendimientos que pueden llevar a que esto se termine, pero uno puede confundirse tambien!
Martín dijo…
Andrea: me queda más que claro. Igual a veces no es "quiero cmbiar al otro" sino "bueno, a lo mejor esto cambia con el tiempo". Ni siquiera tiene que ser consciente, me parece.

Y ni me digas lo de los juzgados, lo tengo claro.

Blondie: sí, siempre hay lugar para confusiones, y no siempre es fácil dejar las cosas bien claras, no?
Piyuj dijo…
Je me gusto el post, yo creo que igual pensar que las cosas son y van a ser siempre estáticas también es un error. Toda relación te cambia (amistad, noviazgo, o lo que sea) y en parte por eso no me parece tan mal que se espere un cambio en los otros. De ahí a exigir o indignarse creo que igual hay un paso grande.
Últimamente me esta pasando bastante seguido algo similar a E y con el que me caliento es conmigo por no saber seguir mi camino, no con F.

Saludos
Piyuj
Anónimo dijo…
Hacia tiempo no venía... Pero, tenia permiso y tiempo...

No hay pobres, nadie es víctima.

Pasa en todo tipo de relación humana. Siendo las expecativas iguales o diferentes, pasa.
Si las expecatativas son diferentes, no hace falta mas que hablar y seguir viviendo. No podemos mentirnos ni creer que las cosas van a mejorar, sabiendo que no es asi. Estas cosas pasan todo el tiempo... A mí al menos. Y joden... mucho.

Creo firmemente que nunca sabemos que es lo que realmente esperamos de una relación. Tendría que ser una especie de vidente para poder saber que voy a pensar de alguien en un tiempo; o si voy a querer a alguien de la misma manera que me planteo quererlo hoy; dentro de una semana.

Puede que en una relación que comienza siendo poco seria, después se empicen a sentir cosas a pesar de que nunca fueron planificadas. Ese tipo de cosas que no se eligen sentir.

Claro está, que al conocer a cualquier persona no se puede buscar que cambie; hacerlo, sería construir y adaptar una persona a tus deseos y necesidades...

Opino al relacionarte con alguien, en cualquier plano, elegis aceptar ciertas diferencias. Si las diferencias no pueden ser aceptadas, te abrís. Tratar de hacer que el otro cambie, o cambiar para el otro, no tiene sentido y no funciona nunca. Si existe alguna relación en la que haya pasado eso, sean felices y no sean protagonistas de una novela mexicana; me disculpo por no haber permitido excepciones en el tema.

Me retiro... Saludos Dear =)
Martín dijo…
Piyuj: es cierto. El cambio es una realidad, incluso una necesidad. Lo de "esperar" es un poco complicado, pero entiendo que uno pueda desear que algunas cosas cambien...

Ojalá que lo tuyo con F se arregle.

Little Ceci: se te extrañaba! Me tenías totalmente abandonado...

Estoy de acuerdo con lo que decís. Las relaciones están llenas de pequeñas concesiones.

Alguna excepción seguro que debe haber. Alguien debe vivir en una telenovela mexicana...

Saludos.

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