Crítica: Lluvia

Here comes the sun

Una historia de dos personas, con sus traumas, sus problemas y sus angustias, que se encuentran por casualidad y aprenden, cambian, gracias al otro.

Hay mil películas con la premisa básica de "Lluvia", pero lo que importa es ver qué la hace diferente.

Por un lado, las actuaciones. Valeria Bertuccelli es excelente, por momentos mejor que los diálogos que le tocan. Ernesto Alterio desaparece en su personaje y es justo, medido.

Visualmente, "Lluvia" es una película muy interesante, con un trabajo de fotografía destacado, que llama la atención por lo alejado de los convencionalismos y limitaciones habituales del cine de estas partes.

La historia en sí es interesante, aunque un poco forzada y con algunos momentos y diálogos no muy felices, pero la fuerza de los actores vende ese mundo, esos personajes. Son ellos dos quienes están en pantalla todo el tiempo (cuando no están los dos, está uno o el otro). Y no es fácil.

La directora Paula Hernández arma una película con muchos silencios, en los que deja a sus personajes ser.

En definitiva, gracias a un gran trabajo visual y un par de muy buenas actuaciones, "Lluvia" logra llamar la atención.

[*** / *****]

Atención, a continuación se discute un punto importante del final de la película. Pasar con el mouse para leer:

No puedo dejarlo pasar. Uno no debe juzgar las películas por lo que no son, o lo que uno piensa que deberían ser, pero no puedo dejar de pensar que la directora se equivocó cuando dejó que sus personajes consumen la relación. Mantener la relación platónica le hubiera dado mucho más valor a todo (ver "Lost in Translation"). Además, Roberto es casado, y la infidelidad lo hace mezquino, lo disminuye. Paula Hernández se perdió la oportunidad de hacer algo mejor.