Crítica: Karate Kid (2010)
Versión 2.0
Hoy en día nos llenan de remakes, sin sentido, mediocres, sin alma, y uno se termina preguntando para qué, cuál es el propósito. ¿Por qué ver nuevamente una historia que ya se contó, y además se contó bien?
En general, estas remakes surgen de la ambición por el dinero: hay que arrancar una vez más una historia, para poder exprimirla un poco más. Con ese punto de partida, muchas veces nos encontramos con películas muy inferiores a la original, que no dicen nada nuevo, y sólo manchan el legado de esa que fue objeto de culto (en los mejores casos terminan ignoradas).
Afortunadamente, este no es el caso.
Sí, la historia que se cuenta, el eje central, es la misma, casi calcada. Y sin embargo, la nueva versión de Karate Kid se puede disfrutar porque tiene alma propia.
Todo reposa en los hombros de Jaden Smith y Jackie Chan. El nene hace un trabajo estupendo, refleja el dolor, la angustia, y tiene, además, un manejo adecuado en los momentos más divertidos. Una escena, en particular, en la que él mira bailar a la chica que le gusta, sorprende por su capacidad de transmitir tanto.
Jackie Chan está excelente. No es tarea fácil llenar los zapatos de Pat Morita. El Sr. Han de Chan es, quizá, más serio que Miyagi (sorpresa, Jackie en un papel más dramático de los que nos tiene acostumbrados), pero tiene el mismo corazón. Chan se muestra vulnerable cuando es necesario, y brinda una de sus mejores actuaciones. Ojalá a fin de año, se lleve algún reconocimiento.
Aquí el drama se traslada a China, y ese cambio le hace bien a la película, porque acentúa el concepto de desarraigo de la original, además de brindar un marco visual impresionante, que el director sabe aprovechar.
Se cuenta la historia con un ritmo interesante, se le da a los personajes tiempo para redondearse y vincularse, y hay pequeñas subtramas que le brindan color, sin hacerla nunca pesada ni derivativa.
En las peleas, el pulso del director no tiembla, y son espectaculares, duelen. Mucho más de lo que dolían las peleas de las otras.
Esta nueva versión de Karate Kid, quizá no tenga karate (lo que se pelea es kung fu), pero sí tiene corazón, tiene momentos extremadamente disfrutables (para aplaudir y celebrar), tiene muy buenas actuaciones y se pasa volando.
Si las nuevas generaciones deciden que éste es su nuevo Karate Kid, que así sea.
Muy recomendable.
[**** / *****]
Hoy en día nos llenan de remakes, sin sentido, mediocres, sin alma, y uno se termina preguntando para qué, cuál es el propósito. ¿Por qué ver nuevamente una historia que ya se contó, y además se contó bien?
En general, estas remakes surgen de la ambición por el dinero: hay que arrancar una vez más una historia, para poder exprimirla un poco más. Con ese punto de partida, muchas veces nos encontramos con películas muy inferiores a la original, que no dicen nada nuevo, y sólo manchan el legado de esa que fue objeto de culto (en los mejores casos terminan ignoradas).
Afortunadamente, este no es el caso.
Sí, la historia que se cuenta, el eje central, es la misma, casi calcada. Y sin embargo, la nueva versión de Karate Kid se puede disfrutar porque tiene alma propia.
Todo reposa en los hombros de Jaden Smith y Jackie Chan. El nene hace un trabajo estupendo, refleja el dolor, la angustia, y tiene, además, un manejo adecuado en los momentos más divertidos. Una escena, en particular, en la que él mira bailar a la chica que le gusta, sorprende por su capacidad de transmitir tanto.
Jackie Chan está excelente. No es tarea fácil llenar los zapatos de Pat Morita. El Sr. Han de Chan es, quizá, más serio que Miyagi (sorpresa, Jackie en un papel más dramático de los que nos tiene acostumbrados), pero tiene el mismo corazón. Chan se muestra vulnerable cuando es necesario, y brinda una de sus mejores actuaciones. Ojalá a fin de año, se lleve algún reconocimiento.
Aquí el drama se traslada a China, y ese cambio le hace bien a la película, porque acentúa el concepto de desarraigo de la original, además de brindar un marco visual impresionante, que el director sabe aprovechar.
Se cuenta la historia con un ritmo interesante, se le da a los personajes tiempo para redondearse y vincularse, y hay pequeñas subtramas que le brindan color, sin hacerla nunca pesada ni derivativa.
En las peleas, el pulso del director no tiembla, y son espectaculares, duelen. Mucho más de lo que dolían las peleas de las otras.
Esta nueva versión de Karate Kid, quizá no tenga karate (lo que se pelea es kung fu), pero sí tiene corazón, tiene momentos extremadamente disfrutables (para aplaudir y celebrar), tiene muy buenas actuaciones y se pasa volando.
Si las nuevas generaciones deciden que éste es su nuevo Karate Kid, que así sea.
Muy recomendable.
[**** / *****]
Comentarios
Solo espero que no se manden cualquiera con el reboot de Spidey.
Spidey da miedito, vamos a esperar a ver qué pasa.
No esta mal, pero no merece la pena ir a verla al cine.