Bajo el manto

Cada tanto vuelven como flashes, momentos, instantes, imágenes salidas de cajas fuertes que no lo son tanto. Son cosas que creía perdidas, olvidadas, cosas en las que no pensaba, y de pronto se hace evidente que todavía existen.

Me doy cuenta que no puedo escribirlo, que existe un pacto tácito de tapar el pasado bajo un manto de silencio.

Y sin embargo, a mí ese silencio me ensordece. Porque en cada lugar algo me lleva atrás en el tiempo, porque cada nueva experiencia es meticulosamente comparada con la vara del pasado innegable, pero negado igualmente.

Es imposible alejarse del puerto sin soltar las amarras, pero el nudo se resiste a deshacerse.

En cada esquina aparece el pasado sonriente y doloroso. En cada rostro nuevo, en cada frase, en cada gesto.

Y el manto blanco se vuelve tan pesado como lo que esconde.

Comentarios

andal13 dijo…
Impecable.
E implacable.

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