Para J. A.

Anoche, mientras mi padre hablaba de otra cosa que nada tenía que ver, me acordé de vos. Fue como un flashback que me llevó 15 años atrás, tal vez más, a un mundo distinto que se perdió para siempre.

Me acuerdo de cómo fuiste mi mejor amigo. Me acuerdo de ir a tu casa a jugar en el laboratorio de tu padre, de tu abuela preparándonos la merienda y las revistas de Tintín en tu cuarto...

Me acuerdo de aquél verano en Rocha, cuando todavía estaba ella. Y me acuerdo del día que ya no estuvo...

De las tardes en la escuela, cuando en 1º los dos nos "enamoramos" de la misma chica. También tres años después cuando fuimos "concuñados".

Fuiste la única persona con la que "competí", el único tipo que me causaba admiración suficiente como para tratar de superarme y superarte.

También me acuerdo de cómo nuestros caminos se separaron, de cómo de a poco te alejaste, y cómo sentí que te perdías.

Hace unos años te llamé y hablamos. Pero fue un instante, que sirvió quizás para comprobar que ya nada era igual, que éramos personas distintas, y que con el pasado no iba a alcanzar.

Después te vi un día, yendo a la rambla cerca de tu casa, y no sé si me viste (es muy probable), pero ya no había nada que hacer...

Por más que lo sé, y lo acepto, lo de ayer me sirvió para darme cuenta de algo: en el fondo, añoro tu amistad y me duele que ya no estés.

M