Crítica: Babel

Otro mexicano más

Babel es una película que encierra tres (tal vez cuatro) historias distintas, relacionadas, y contadas en forma paralela. Esto, que algún tiempo atrás podría llegar a ser llamativo, es hoy de lo más común.

Quizás esa sea una de las debilidades más grandes de la película. La misma tendría igual sentido si no hubiese vinculación entre las historias, y tal vez se sentiría menos forzada. Pero aclaremos que esto no es “Crash”. Si bien las conexiones son un poco artificiales, no llega al grado de ridiculez, de falta de respeto por el espectador, sobre todo de manipulación.

Babel es una película manipuladora. Lo difícil es determinar si es muy manipuladora o si se maneja en un nivel aceptable. En el centro del asunto: gente que no se puede comunicar, porque no los escuchan, porque no pueden hablar el idioma de los otros, o porque no pueden escuchar.

La alienación es un eje central. Ser un sapo de otro pozo, estar rodeado por un entorno con el cual entenderse es imposible. Y esto se vuelve particularmente angustioso en casos de necesidad extrema.

¿Pero a dónde va Iñárritu? Es difícil entender qué es lo que quiere decir. Sobre todo en el segmento en la frontera México – EEUU. Es el que tiene el final más triste, es en el que no se aprende ni se gana nada.

La película podría perfectamente quedarse con el segmento en Japón. La chica japonesa (Rinko Kikuchi) nominada al globo de oro, entrega una interpretación perfecta, a la que no le falta ni le sobra nada. Es absolutamente magnífica la labor de la actriz. A su vez, el segmento es el más interesante, el más significativo, el que realmente hace que valga la pena el precio de la entrada.

Quizás uno de los elementos más simpáticos de la película es la presentación de los americanos (policías y gobierno) como elementos claros de incomprensión. Podría pensarse en una sana autocrítica, pero la película la escribió un mexicano y la dirigió otro, por lo que no tiene ese plus.

Babel es una película de esas que viéndola una vez no alcanza para formarse una opinión completa (al menos a mí no me alcanzó). Por lo pronto puedo decir que tiene altibajos (miré mi reloj algunas veces), con picos de interés en la historia mencionada.

Por lo tanto, mi puntaje es provisorio, pero creo que anda en lo correcto.

[*** / *****]