Crítica: An Inconvenient Truth
Los ecologistas no están de moda.Esa es la primera causa que me vino a la mente cuando consideré la falta de repercusión de “La verdad incómoda” en Uruguay. Claro, estamos tan podridos (perdón por la expresión) de los tarados (no pido perdón por esa) pseudo-medioambientalistas de Gualeguaychú, que lo último que queremos ver es un documental sobre la contaminación.
Hace cosa de dos meses, se anunciaba la lista preliminar de películas a exhibirse en el 5º Festival de Cine de Montevideo, y la cinta del ex vicepresidente Al Gore, era parte integrante de la misma. Unos días antes del comienzo del festival, misteriosamente desapareció. Asimismo, estaba anunciada para entrar en el circuito comercial en Moviecenter y nunca pasó.
Creo que se estrenó en un par de salas de Hoyts.
El punto es: estamos hablando de uno de los documentales con mayor repercusión de los últimos tiempos, que trata de un tema que nos afecta a todos, y que ha demostrado tener buena repercusión mundial. Incluso el programa “Código País” hizo un informe sobre la película y el tema que trata.
Entonces, ¿por qué desapareció? El no estreno en Moviecenter, quiero imaginar que se debe a un problema con la distribuidora (pasó con Belleza Americana en su momento). La no repercusión de público, tal vez se deba a lo que hacía referencia en el primer párrafo. Tal vez cayó en un mal momento.
Pero bueno, vayamos a la película, que es lo que importa.
“An Inconvenient Truth” o “La verdad incómoda” es un documental basado principalmente en registrar cómo son las conferencias que da Al Gore acerca del calentamiento global. Se trata de conferencias con una gran asistencia de medios electrónicos que complementan la presentación. Allí donde las imágenes de las conferencias escasean, la película se encarga de llenar esos vacíos, añadiendo además, un poco del trasfondo, acercándonos un poco más a este sujeto que compitió contra Bush en las elecciones del 2000, ganó, pero no fue presidente.
La presentación de Gore es impecable. Presenta datos objetivos e irrefutables. Su trabajo tiene la consistencia de uno que ha sido chequeado y testeado frente a diversas audiencias. Tiene respuestas a las acusaciones que en la película no se le hacen, pero igual las contesta. Es de un rigor científico más que interesante.
Llama la atención (por lo menos a mí), escuchar hablar a un político con tanto conocimiento, tanta interiorización, sin recurrir a simplificaciones tontas, sin atacar a otros políticos en el proceso, sin estar buscando un rédito político. Sí, es cierto, hay quizás un ataque indirecto o encubierto, pero es sólo en base a hechos, y no se va al ataque facilista. ¿Hay algo más sencillo que atacar a Bush por su inacción cuando el huracán Katrina? No creo. Pero Gore no lo hace. Al menos no como fin en sí mismo.
También es poco frecuente ver a un político defender una causa con tanta pasión. Logra transmitir al espectador su inquietud, sus expectativas y su esperanza.
Incluso se da permiso de incluir algunos segmentos humorísticos, para aliviar el dramatismo.
La verdad incómoda es una propuesta muy interesante y didáctica. Más allá de sus méritos artísticos o sus innovaciones (o falta de) en materia de documentales, es un film imprescindible por su temática.
Usted no puede, no debe, dejar de verlo.
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