Feliz Navidad!!!! Lo prometido es deuda

Un viaje en el tiempo

Parece un poco incongruente que proponga viajar al pasado cuando hace unas semanas una columna en este blog criticaba la constante “nostalgia” que se vive todo el año.

Pero uno no puede evitar remontarse a otros tiempos cuando se encuentra con ciertas cosas.

Yo, como todos, soy producto de ese momento en el que nací. Yo soy hijo de los 80.

Mientras leía “Problema mío” de Ignacio Alcuri, sentí que no estaba solo. Más allá de los amigos inmediatos, hay toda una generación de gente que creció viendo lo mismo que yo, que se rió, y quizás lloró con las mismas cosas.

Ser producto de los 80 es distinto a serlo de cualquier otro momento. Quien nació en 1990 quizás se divirtió con Pokemon o alguna cosa similar, pero no vio lo que yo vi.

¿Es bueno o es malo? No sé si soy yo quien deba responderlo. Lo que se ve hoy en la tele para chicos no me llama la atención, pero tal vez no es porque sea malo, sino porque no soy más un niño de 9 años, o porque no tengo conexión emocional con lo que estoy viendo.

El punto es que me permito dejarme llevar por el recuerdo. Ver todos los mediodías Pato Aventuras (el episodio de las corcholatas es el que siempre me viene a la mente), o a las 5 ver Garfield... son cosas que ya no pasan, para bien o para mal, pero ya no pasan.

Entonces el plan es el siguiente: en las próximas semanas, gracias a la magia de Internet, a la genialidad de los creadores de youtube, y a la generosidad de todos los que se molestaron en capturar esos momentos que les resultaban importantes, vamos a recuperar algunos de esos momentos. Volveremos a ver las introducciones de algunos de esos programas que fueron parte de nuestras vidas.

Algunos son parte indeleble de nuestra memoria (el que no se acuerde de Chip & Dale, Rescatadores no tiene derecho de seguir con vida). Algunos parece que fueron olvidados. Por lo pronto, aclaro, no va a ser una de esas recopilaciones en las que uno dice “¿Y eso de dónde salió?”. Cada video que van a ver (si quieren) está garantizado. Son programas que yo vi, aunque sea una vez, pero los vi, y lo recuerdo (algunos los recordé cuando me encontré primero con sus nombres, y al ver los videos mi mente hizo “clic”). No fue sencillo, pero buscando y buscando, encontré suficiente material para que nos divirtamos un rato. Y si se les ocurre algún otro programa, tiren el nombre que haremos lo posible por encontrarlo.

Para todos los hijos de los 80, entonces, acompáñenme en este viaje y disfruten conmigo reviviendo algunos de esos momentos especiales.


Para comenzar, obviamente, el más grande de todos. El uno. El que no puede ser ignorado. El terror que aletea en la noche...

Uds. saben de quién estoy hablando...

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