Breve retrospectiva de Bs. As.

No me interesa hacer una bitácora de mi viaje a Bs. As., entre otras cosas porque hay gente de allá que lee el blog y pensará “Big fuc*ing deal!” y con razón, porque para ellos no habrá nada interesante en mis observaciones sobre aquello que les resulta normal. Pero sí me parece bueno decir un par de cosas:

El Imax es lo más. Una pantalla de 20 metros de alto es la forma correcta de ver cine. Ayuda el 3-D y que la película sea Harry Potter. Gracias Florence por las instrucciones. Descubrí, además, que la estación Florida queda más cerca que la de Vicente López, y aprendí a llegar gastando poco. La próxima vuelvo seguro.

Me reencontré con el hielo. No, juro que Patinando por un Sueño no tuvo nada que ver con esto. Desde que se fue el Fun on Ice de Montevideo (hace ya muuuuchos años) que no patinaba en hielo, y es siempre una experiencia espectacular. Gracias a la Internet, encontré una pista que quedaba justo a una parada del subte, y fuimos a patinar. Las piernas me dolieron por cuatro días, pero valió la pena.

Hablando del subte: para los que lo tienen todos los días a mano no debe ser nada atractivo, pero a mí no deja de parecerme espectacular. Es un modo de viajar rápido y barato, que permite desplazarse con agilidad y visitar varios lugares de interés. Acá te tenés que tomar un ómnibus, cuyo boleto sale tres veces lo que el del subte, que te lleva mucho más lento y más incómodo, además de no tener en ningún lado un mapa con las paradas, ni mucho menos. Estamos a años luz de eso.

Lo mismo con el tren. En todo el mundo los trenes son fundamentales, mientras que en Uy los destruyeron completamente. Somos lamentables.

Ir a comer a un lugar que está de moda es jorobado. Tener que esperar por una mesa para comer durante (bastante) más de media hora es una experiencia surrealista, a la que no me sometería si dependiera exclusivamente de mi voluntad.

No hay, repito NO HAY mejores alfajores que los Jorgito. No me vengan con los Havanna, que son 10 veces más caros, y mucho menos satisfactorios. Los Jorgito son lo más.

Poder comprar El Amante en fecha: un placer. Acá tengo que esperar como cuatro meses (si sale).

Podría comentar otras tantas cosas, pero no da. Lo importante es decir que la pasé bárbaro, caminé más de lo que parece humanamente posible, me divertí, compré algunas cosas (y gasté poco, sin embargo) y terminé pensando que espero volver pronto.

Comentarios

Florence dijo…
Ay, soy un desastre con las direcciones...


...¡que bueno que te haya gustado y la hayas pasado bien!
Martín dijo…
Hey, sin tu ayuda no hubiera llegado ni ahí (o me hubiera tomado un bus que demorara horas en llegar).

Así que... gracias!
Sin duda que el subte, metro como se le llama por estos pagos, es algo realmente practico. En apenas 5 minutos llego de casa al Colosseo y otros 5 minutos y estoy en la estación central. Un gran inconveniente es que el que tomo es muy ruidoso y en verano HIEDE bastante de gente.
Lo mas cómico es que el tren de la otra linea es moderno, con aire acondicionado y poco ruidoso.
En fin...
Comparto la comparación de los jorgitos

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