Crítica: Letters from Iwo Jima
Cartas desde Iwo Jima es una película compleja. Una película de guerra donde lo importante no está en la batalla, sino en quienes la pelean.
Eastwood, cuyas anteriores películas Río Místico y Million Dollar Baby no me gustaron (en especial la segunda) da un salto cualitativo.
Nos cuenta las historias de quienes pelearon allí, las razones que los llevan, quienes dejaron atrás, los temores con los que cargan y su sentido del honor.
Ken Watanabe en un papel excelente.
Así uno entiende que no hay respuestas fáciles, que cada uno vive de forma distinta.
Eastwood presenta una batalla y no habla de buenos y malos. Quienes están allí no pretenden ser asesinos, no deciden nada. Y en cada bando hay quienes se comportan de forma humana y quienes no lo hacen.
Al final del día, cada uno sigue su propio camino para hallar el honor.
Una escena en particular, en la que se lee una carta de una madre a su hijo, es el punto alto de la película. El otro es como yo y yo soy como el otro.
Cartas desde Iwo Jima es una película que conmueve desde su humanidad, que nos identifica con el otro, que nos dice que al final del día, todos somos humanos, distintos, pero iguales.
Comentarios
Es increíble cómo nos muestra que algo tan -afortunadamente- lejano como la guerra, y algo tan aparentemente diferente como la cultura japonesa de la época, pueden ser sentidos como tan humanamente cercanos y tan propios.
(Esta sí la vi a su debido tiempo, no te horrorices!)
Es muy cierto lo que decís de la película.