Crítica: Surf's Up (Reyes de las Olas)

El placer de lo simple

Es bueno encontrarse con una propuesta de el estilo de “Surf’s Up”. Pasada ya la temporada de tanques de Hollywood, uno queda un poco agotado de películas enormes, extensas, pesadas.

No es que esté mal que se hagan películas de dos horas y media, y se atomice al espectador (se puede hacer bien o mal), pero también es importante algo liviano y entretenido (y bueno).

En este caso se trata de una historia sencilla, pero bien contada. Un mundo de personajes simpáticos y queribles, con una estética moderna y un alma más retro.

Hemos hecho referencia en varias oportunidades a cómo el alma de los 80 está instalada. Esta película es una muestra más. Hay una escena que es, básicamente, un homenaje a Karate Kid (y nada es más ochentoso que Karate Kid).

La película se cuenta como si fuese un reality de esos en los que la cámara sigue a los personajes (a lo The Osbournes), y eso le da el toque moderno, además del atractivo visual de una animación muy agradable de ver, si bien no tan compleja como una película de Pixar.

La comedia funciona más que bien, y los personajes cumplen, cada uno, con su función precisa tanto en lo que a historia se refiere, como en poblar la pantalla con personalidades divertidas.

Así, el film se convierte en una de las opciones entretenidas y simpáticas del mes, y en un ejemplo de que, cuando las cosas se hacen bien, no importa cuántas películas se han hecho con pingüinos en los últimos tiempos.

Una aventura cálida y refrescante. Como la playa.

[***1/2 / *****]