Libros

Mi madre tiene una expresión, una suerte de latiguillo, que a mí a veces me molesta. Ella habla de alguien y lo remata con un: “Pobre”.

Digo que a me molesta, porque, a veces es un latiguillo nomás, pero en ciertas ocasiones, de acuerdo a lo que ella esté contando, suena casi despectivo. Es como ponerse en un lugar superior respecto a otra persona, para después decir: "Pobre".

Yo supongo que todos a veces pasamos por eso. Nadie quiere creerse el peor en todo, e inevitablemente nos sentimos mejores, o pasando un mejor momento que otros, en tal o cual tema. Pero no deja de ser cuestionable. Más si uno lo exterioriza.

Yendo al grano... Allá por el año 2005 (aprox.) yo todavía era estudiante de Derecho, y tuve que concurrir a unas charlas que se organizaron en la Intendencia. Por esa época, no sé muy bien por qué fue, pero yo andaba con dos libros en la vuelta. No libros de Derecho (esos los tenía, pero no los llevaba conmigo) sino libros tipo novelas (creo que eran El Zorro de Isabel Allende y Assassini).

El hecho es que aprovechaba algunas de esas charlas para leer. Entre una cosa y otra, una compañera de clase (que permanecerá sin ser identificada) notó que andaba con los libros y me dijo algo así como: “Yo creo que nunca leí un libro sin estar obligada” (por que en Derecho, obviamente, tenemos que leer libros de Derecho).

La verdad me quedé helado. Y ahí sí pensé: “Pobre”. Me constaba que la mina tenía plata, pero igual no pude evitar decirle que si quería un libro yo se lo prestaba. No aceptó.

Si bien no estoy hablando de la reencarnación de Einstein, la mina era una estudiante de Derecho de clase media-alta, con un nivel intelectual razonable, y notas mejores que las mías.

Pero pensar que alguien en esa situación nunca leyó un libro, me resulta casi desesperante.

No me quiero poner en actitud de “Yo soy un tipo culto, leído y versado” porque no es así. Admito que hay una cantidad de cosas que no he leído ni me han interesado. Clásicos, por ejemplo, tipo Shakespeare (leí Macbeth porque era para literatura del liceo) o muchos autores latinoamericanos (en general no me van las cosas latinas porque me interesa más el mundo europeo o norteamericano).

Pero leo cosas. Quizás de cada diez libros, uno sea realmente bueno, tenga realmente contenido, pero a un promedio de unos 15 – 20 libros por año, por lo menos leo un par de libros como la gente por año.

Honestamente, me da lástima pensar que alguien pueda no interesarle en absoluto la idea de agarrar un libro y perderse en él por unas cuantas horas (no tienen por qué ser de corrido). Me espanta. Pero me doy cuenta que debe ser mucho más común de lo que se podría pensar, porque esto me lo dijo una compañera universitaria. Y me consta que no es la única persona que conozco que está en esa situación.

En fin... Me voy, tengo dos libros que me están esperando.

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