La Columna del Sr. Dedos VI: La maldición del Sr. Dedos

Las opiniones vertidas en esta columna son exclusivamente de su autor y no necesariamente reflejan las del creador del blog.

RECETA para un gran espectáculo

_____Una linda noche, gran cantidad de público de varias franjas de edad, pero lo más notorio era el importante número de MUJERES que rodean el escenario. QUIEN DIRÍA que iba a ir tanta gente, tanto que para poder entrar habría que hacer un fila de 3 cuadras. Algunas estrellas rompen la MONOTONÍA del manto negro del firmamento y todos los que estábamos ahí ADENTRO esperábamos que apareciera el denominador común que reunía a tantos desconocidos y no me refiero al buen gusto por la música, sino al poeta que dio lugar a tantas maravillas esculpidas con letras geniales.

Después de varios MINUTOS de espera, se apagan las luces, comienza un video en la pantalla gigante y 20000 personas o más gritan, aplauden y hacen vibrar los cimientos del lugar. El artista salta al escenario y por fin todo empieza todo. Si alguien pensaba que antes de empezar a cantar iba a presentarse solamente es un ILUSO. PARA BIEN O PARA MAL uno escucha lo que venía a buscar y además un coro desordenado tratando de seguir el ritmo entre alaridos, cientos de flashes y voces desafinadas.

La estrella para mantener la comunión que todo buen artista debe tener con sus seguidores y ganarse al público local, primero reconoce casi como arrepentido de haber cometido un SANTO PECADO, el no haber venido a Montevideo desde hace 8 años. 2 horas más tarde para terminar de congraciarse terminaría el recital cantando “una más” vestido con la camiseta de Uruguay.

Volviendo un poco en el tiempo, es hora de reflotar los clásicos y no falta un homenaje y es entonces cuando a pedido del intérprete centroamericano uno de los focos busca una SEÑORA DE LAS 4 DECADAS, una vez que la encuentra cantan entre los 2 como si estuvieran a solas el tema que el resto corea, pero ella como si estuviera en su PRIMERA VEZ, atravesó una experiencia que difícilmente vaya a olvidar.

Si bien no faltaron a la cita algunas anécdotas sobre su abuela, su madre, los PINGÜINOS EN LA CAMA y también hubo momento para que brillaran cada uno de los músicos, como no todo es perfecto siempre aparece algún inconveniente. EL PROBLEMA fue que uno disfruto tanto el show que le pareció muy corto. Obviamente no faltaron las fanáticas que hubieran dejado QUESOS, COSAS, CASAS y algo más para que el espectáculo hubiera seguido toda la noche, lamentablemente no se pudo.

Para ser la PRIMERA VEZ que veo a este artista aquí estoy muy satisfecho, y como no pretendo ser un MENTIROSO con quien lee esta columna, les voy a decir que en nada de esto hay objetividad para crear esta opinión. En cuanto a la vuelta a casa fue complicada, la salida del Parque Central lenta y tuve una HISTORIA DE TAXI que no se pareció en nada a la que da nombre a la canción y no tuvo mayores destaques.

En cuanto a otros espectáculos los ingredientes pueden variar en cantidad y calidad, cada uno hará la mezcla que más le guste sin olvidar uno de los más importantes sino el más que es la voluntad de cada uno de pasar un buen momento y disfrutar.

Hasta la próxima

Sr. Dedos

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