Crítica: Harry Potter y la Orden del Fénix

Todo está en Orden

Cada película de la saga Harry Potter ha sido distinta, con sus virtudes y defectos. La participación de distintos directores le ha otorgado una cierta plasticidad, que redundó en su beneficio.

Ahora David Yates (un total desconocido para el público general) logra dar un paso más en la dirección correcta.

En HP y la Orden del Fénix todo funciona a la perfección. Si bien el trabajo de Alfonso Cuarón y Mike Newell había sido positivo en la maduración del personaje y la historia, las películas adolecían (sobre todo el Cáliz de Fuego) de ser demasiado episódicas.

Yates las deja respirar. Quizás sea en parte también mérito de un nuevo escritor, pero esta película fluye mucho más.

Eso ayuda mucho a sumergirse en el mundo del film.

Las actuaciones son todas excepcionalmente buenas. El trío protagónico entrega su mejor actuación, y se transmite al espectador un aire de camaradería, como no se había sentido en entregas anteriores. Daniel se pone el traje de Harry enseguida, y lleva la película sobre sus hombros.

Emma y Rupert, hacen perfecta compañía.

Evanna Lynch es la perfecta Luna Lovegood, e Imelda Staunton se convierte en una temible Dolores Umbridge.

Algo muy bueno: existe un aire mucho más “Rowling” en la película.

Quizás esa ha sido la falta más grande a través de la serie: que no se pudo transmitir el ambiente de estar en un colegio, y las relaciones que se dan en ese ámbito.

Y esa es la mayor virtud de la película. En el libro más oscuro y denso, el director logra sacar a relucir el alma del mundo Hogwarts, y nos da tiempo suficiente para disfrutarlo.

Desde la primera escena (sacada directamente y en forma muy exitosa del comienzo del libro) se transmite un aire de realidad, y sabemos que estamos ante una experiencia distinta.

Quizás la única cosa criticable sea que el final no es tan impresionante como uno podría esperar. Pero cierto es, también, que el estímulo constante nos ha quitado un poco la capacidad de asombro.

Por supuesto que la película tiene mucho de política. Casi inadvertidamente (en forma más sutil que en el libro) hay mucha crítica política. Rowling hizo un trabajo fenomenal criticando la realidad, observando los juegos del poder, y lo plasmó en su libro. Aquí se retoma y se lo pone, en un rol secundario, pero no por eso menor.

Por último, la película usa flashbacks en más de una oportunidad. No es en absoluto un recurso molesto, sino que ata perfectamente esta película con las anteriores, le da una cierta continuidad y coherencia, y nos lleva a las raíces de la historia, cosa que Rowling hace en sus libros, y que hasta ahora no habíamos visto de esta manera. Los personajes (sobre todo Harry) tienen entonces un pasado que los hace quien son, y esa nueva dimensión se nota claramente.

Estamos, en mi opinión, ante la mejor película de la serie, hasta el momento. Un verdadero placer, especialmente para aquellos que aman el mundo de Harry Potter.

[**** / *****]

Comentarios

tessay dijo…
hey. leí cada párrafo d tu comentario dos veces, y no hay ninguno con el que no esté de acuerdo. y de verdad vale la pena la película. me mando para el bis en cualquier momento jeje. besos
Anónimo dijo…
sin duda alguna la mejor y la más realista!! a comparacion de las 2 primeras
Anónimo dijo…
Creo q las primeras peliculas no llevan un secuencia muy buena de los libros cosa q no es muy grata de ver 100% de acuerdo con su opinio... i love harry potter

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