Crítica: Ratatouille

¡Una verdadera delicia!

Ver Ratatouille es saborear un mix de los mejores ingredientes que se pueden encontrar en el cine de animación, y en todo el cine hoy.

Hay una realidad incontrastable: Pixar es el único estudio en funcionamiento, que nunca estrenó una película mala. A esta altura, luego de 8 películas, no puede ser una casualidad.

Ratatouille es una película con corazón. Una historia con una premisa típica (un marginado que posee habilidades ocultas que lo llevan a destacar) tratada de una forma original.

Una muestra mínima del atractivo visual del film.

Entorno a esta base simple, este típico bizcochuelo, se agregan otros ingredientes muy importantes, como por ejemplo:

- Las distintas vueltas de la historia. Cómo cada personaje es real, y funciona.

- Un poco de azúcar, pero ningún edulcorante artificial. La historia es dulce y te hace sentir bien (“chocolate caliente para el alma”, como diría el libro) pero nunca se va al exceso. Nada es forzado.

- La comedia. Ratatouille no es una comedia de chistes tipo juegos de palabras, o alusiones a la cultura pop. Es una comedia que en muchos momentos es física, con una onda retro.

- Como aderezo especial, la música. Michael Giacchino demuestra una vez más, por qué es uno de los compositores más interesantes que han aparecido últimamente.

- La presentación del plato, una animación impresionante. La calidad de la animación en Ratatouille destaca por sobre toda otra película animada que se haya visto, desde los personajes (el pelo de las ratas seco, mojado, etc.) pasando por los alimentos, hasta los escenarios. Es simplemente impresionante y un placer visual.

- Una dirección “increíble”.

A propósito de esto último, es necesario decir que Brad Bird ya es, definitivamente, uno de los nombres más importantes de la animación. El tipo es un genio. Tiene todo para quedar en la historia junto con Disney, Chuck Jones, Tex Avery, Miyazaki, etc. La unión de Bird y Pixar es uno de los puntos altos de la animación en las últimas décadas.

Ratatouille es una película con corazón, uno que no se ve habitualmente en las películas animadas que nos invaden todas las semanas. Un corazón “vintage”, al mejor estilo de las viejas películas de Walt.

Por eso llega a todos. Porque Ratatouille no es una película para niños, es una película para adultos, que los niños pueden disfrutar.

Salvo que en los próximos 6 meses pase algún (otro) milagro en el mundo de la animación, el Oscar a película animada ya tiene dueño este año. Ratatouille está en una liga distinta.

Una de las mejores películas del año; un plato para repetir y repetir.

[****1/2 / *****]

Comentarios

june dijo…
He leído tan buenas críticas de esta película,que definitivamente me dan ganas de verla.
Martín dijo…
Lo recomiendo totalmente. Igual advierto: hay que moderar las expectativas. Porque pasa que a veces uno lee que algo es excelente, entonces va con expectativas por los aires, y termina diciendo... "No era para tanto".

Si lo tomás como que va a ser una historia tierna y simpática, ahí vas con la mentalidad correcta.
ReQmana dijo…
Entretenida película de animación, ya era hora que se estrenase alguna película decente de esta temática.
Mantiene una buena historia que consigue engancharte y disfrutar de ella.
Muy recomendable a los amantes de animación.
Jordim dijo…
después de Los increibles tenía muy claro que vería lo siguiente de Brad Bird
Anónimo dijo…
¡Obra maestra! Conmovedora. Estética visual inmejorable, ritmo narrativo preciso, música perfecta, personajes maravillosos... y sobretodo un guión insuperable. Peliculón para todos los públicos. Y nuestros niños, que todavía no están tan contaminados como nosotros de tantos prejuicios y comeduras de coco dan su veredicto: les encanta Pixar... además todos tenemos un niño dentro pero no solemos escucharlo.
El guión, como en todas las películas de Pixar, rebosa de grandes ideas, de humanidad, de veracidad, de bondad, de libertad y valentía contra los estereotipos...
Todos tenemos derecho a que nos guste lo bueno, y podemos aspirar a ser artistas, soñar con aquello que nos conmueve a pesar de lo que piensen los demás.

Un instante maravilloso es capaz de cambiar una vida si lo mantenemos en la memoria.
Todos podemos alcanzar las metas que nos propongamos si realmente estas enamorado de eso que haces, sin importar de donde vengas... todos podemos cocinar bien.

El veneno abunda en esta sociedad tan manipulada y dirigida. Dreamworks enevenena a los niños con películas como Madagascar en la cual los los animales del zoo de N.York escapan y se dan cuenta que en la naturaleza recuperan sus instintos, y claro como estos son peligrosos lo mejor es volver al redil del zoo, es decir, a la carcel del sistema y olvidar su propia naturaleza. Ese es el mensaje de fondo de Dreamworks: sométete al sistema, haz lo que te digan.
Los buenos valores brillan por su ausencia en esta sociedad tan consumista (egoísta) y dirigida.Es por la hipnosis colectiva de la televisión y los medios (90% en manos de judíos sionistas) que la juventud esté tan desorientada y apática: la falta de autocuestionamiento sobre nuestra condición viene totalmente dirigida por ciertos grupos de poder secretos que controlan casi todo lo que vemos. Tienen fábricas de opinión y de conducta (como Dreamworks).
Nos enseñan lo que nos tiene que gustar, por ejemplo ahora quieren allanar el camino de los implantes de chips en personas, con la excusa de que será mejor para la seguridad de nuestros hijos (desapariciones de niños) y viene todo este rollo robótico de los Transformers y del anuncio de Coca-Cola,etc, que lleva al control total del individuo. Abrid los ojos que el tema es serio...
Por suerte hay neohippies, o simplemete llamalo personas que buscan la libertad del individuo, la "individuladidad" del pensamiento contra el pensamiento único... y Pixar son de estos.
Y por eso del gran éxito de sus películas entre públicos de todas las edades.
Pero sobretodo son la esperanza de nuestros niños...
una luz emergente en este horizonte de tinieblas.
Anónimo dijo…
'chapeau'

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